Con este tipo de operativos, el Municipio refuerza los controles y apunta a desalentar una práctica que se reitera durante la temporada de verano.
El verano inició con un operativo municipal en Mar del Plata, que concluyó con la desarticulación de la primera fiesta clandestina de la temporada. Más de 100 personas asistieron al evento realizado en una vivienda particular del barrio Playa Serena, donde las autoridades respondieron ante reiteradas denuncias por ruidos molestos y desórdenes en la vía pública.
La intervención se llevó a cabo el domingo por la mañana, entre las 7 y las 8, cuando personal de Inspección General arribó a la propiedad situada en la intersección de calles 449 y 16.
Según explicaron fuentes municipales consultadas por el portal 0223, los vecinos de la zona alertaron sobre el persistente volumen alto de la música y la imposibilidad de descansar debido a los gritos y disturbios.
Una vez en el lugar, los inspectores interrumpieron la fiesta, desalentando la permanencia de los asistentes y labrando las actas correspondientes por infracciones a la normativa local.
Además de los disturbios sonoros, el operativo de Inspección General detectó que numerosos vehículos particulares ocupaban la vía pública de forma indebida, bloqueando el paso de otros automovilistas y aun de los propios residentes del barrio.
En simultáneo, las autoridades recordaron que la realización de fiestas no autorizadas en domicilios particulares está prohibida y puede acarrear sanciones económicas severas.
Con el operativo, el Municipio busca marcar presencia y frenar una modalidad que suele repetirse a lo largo del verano, cuando los jóvenes migran de los boliches hacia casas particulares y continúan las celebraciones durante las primeras horas de la mañana, algo comúnmente conocido como “after”.







