A dos semanas del cierre oficial de listas para las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, el peronismo quedó en el centro de las críticas por presentar a 22 intendentes como candidatos testimoniales. Se trata de jefes comunales que figuran en las boletas pero no asumirán en caso de resultar electos, con el objetivo de traccionar votos en sus distritos.
Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura bonaerense y primer candidato a senador por la primera sección electoral, defendió la estrategia. “Son intendentes que se ponen como escudo frente a una situación grave”, sostuvo, en alusión a las políticas del gobierno de Javier Milei, al que acusó de buscar “quebrar” al peronismo.
Durante una entrevista radial, Katopodis consideró que estas elecciones son “excepcionales y bisagra” y destacó que los intendentes buscan “dar un testimonio y poner en valor lo que está en juego”.
Desde el oficialismo también salió en defensa de la maniobra el ministro de Gobierno Carlos Bianco, quien aseguró que se trata de una estrategia utilizada “mil veces” y “de frente a la gente”. Además, destacó que la prioridad fue “poner a los mejores candidatos”.
Entre los intendentes que encabezan las listas se encuentran figuras clave del conurbano como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), y Juan José Mussi (Berazategui), entre otros.